Desparasitación

¿Es realmente necesaria la desparasitación? Aquí tienes razones, enfermedades y patologías que pueden causarle los parásitos a tu mascota, y a ti, ya que muchas de ellas son transmisibles a personas.

Nuestros animales de compañía por sus condiciones ambientales y sus costumbres sociales son susceptibles de padecer parasitosis. 

Las parasitosis pueden ser asintomáticas y no provocar enfermedad parásita dependiendo de la carga parasitaria o de la eficacia del  sistema inmunitario del hospedador. 

Sin embargo, otras veces, en casos de animales jóvenes, viejos o inmunodeprimidos sí pueden causar enfermedad parasitaria que a veces puede ser grave y mortal. 

   Existen varios tipos de parásitos: 

Ectoparásitos: Actúan a través de la piel. Se trata de piojos, ácaros como la sarna (demodex, sarcoptes, etc), pulgas o garrapatas.  Pueden provocar desde enfermedades dermatológicas a sistémicas como anemias, o transmitir graves infecciones. 

Endoparásitos: Actúan en órganos internos (intestino, pulmón, corazón, hígado, etc) o incluso parásitos intracelulares en la células sanguíneas. Pueden ser causados por protozoos ó helmintos; nemátodos y cestodos. Pueden ser desde microscópicos a medir hasta decenas de centímetros. 

   Las enfermedades que pueden causar y sus síntomas depende principalmente del órgano o sistema que afecte pudiendo ser los principales enfermedades: 

Gastrointestinales. P.ej. nematodos como áscaris  o protozoos como Giardia provocando diarreas, vómitos y retrasos en el crecimiento o pérdidas de peso. 

Cardiorespiratorio como por ejemplo la dirofilaria o ancilostomas provocando neumonías, tos, intolerancia al ejercicio, etc. 

Hematológico como la babesia provocando anemias hemolíticas que pueden dar lugar a animales muy enfermos con anemia, ictericia, fiebre, letargia y muerte. 

Oculares: algunos tipos de filarias con conjuntivitis, queratitis, y cegueras. 

Muchas de estas enfermedades pueden ser transmitidas a las personas. 

¿Cómo se previenen?

La desparasitación frecuente es un acto clínico muy importante para mantener la salud de animales y personas. 

Es recomendable llevar a cabo una desparasitación frecuente durante todo el año, siendo ideal al menos 4 veces al año en el caso de endoparásitos y mensual en ectoparásitos. Exiten tratamientos para parásitos externos que pueden mantener a nuestros animales periodos más prolongados como 3, 6 u 8 meses de protección.